lunes, 9 de enero de 2017

Audrie & Daisy - NETFLIX

"Porque las palabras de nuestros enemigos no duelen tanto como el silencio de nuestros amigos"

Audrie y Daisy -disponible en Netflix- arranca con la voz de Bonni Cohen sobre la imagen de una silueta. "No te llamaré por tu nombre y usaremos una animación para ocultar tu identidad". La directora se dirige a uno de los atacantes de Audrie Pott, obligado por la fiscalía a aparecer en el documental junto al otro acusado como parte de su condena. La charla se produce tres años después del suicidio de la chica.
Aunque la expresión de sus rostros no es más que un trazo en pantalla, se puede percibir el laconismo al recordar aquella noche. Ambos admiten que tenían un grupo de mensajes donde intercambiaban los desnudos de sus compañeras, cedidos o robados. En el caso de Audrie Pott no solo compartieron fotografías online, sino que se aprovecharon de que estaba inconsciente para desnudarla, violarla, pintar obscenidades en su cuerpo con un rotulador e incluso introducirlo después en su vagina.
Lo escalofriante es que hoy en día siguen sin tener muy claro qué fue lo que hicieron mal. "Lo que he aprendido de todo esto es que los chicos y las chicas pensamos de forma muy diferente. Ellas cotillean mucho. Los tíos somos más relajados, nos da igual", dice uno de ellos a modo de conclusión.

 

El día después del ataque, Audrie se puso en contacto con ellos avergonzada para pedir explicaciones. Ellos se limitaron a quitarle hierro al asunto y le aseguraron que no la juzgarían en el instituto porque "todos cometemos errores". Pero sí que lo hicieron: arrojaron todas las culpas sobre ella por "zorra" y le atormentaron con sus fotos.

Opinión
 
Audrie & Daisy narra la historia de dos jóvenes originarias de diferentes ciudades de Estados Unidos pero que tienen historias bastante similares. Ambas fueron abusadas dentro de su comunidad.
Más allá de basarse en las violaciones, las personas en sus respectivas ciudades comenzaron a realizar campañas de difamación en las redes sociales. Esto provocó desprecio, humillación, burla y acoso virtual. 
Sin duda, este documental es uno de los mejores que he visto. No sólo por la fuerte temática que aborda, sino también por la calidad y profesionalismo con el que está hecho. Este reportaje demuestra y refleja claramente hasta dónde puede llegar la crueldad del ser humano, ¿cómo es posible que por culpa de la ignorancia de unos seres "sin cerebro" (como lo son cada uno de los responsables del abuso que sufrieron las protagonistas), una persona encuentre como única salida, como su verdadera salida de emergencia, el suicidio? ¿dónde está el apoyo de los que decían ser sus amigos? Cada vez que veo documentales como estos, me doy cuenta de que el ser humano en vez de evolucionar, está haciendo lo contrario. Diariamente vemos como han vuelto a aparecer grupos racistas, xenofóbicos, homofóbicos, etc. ¿Qué nos está pasando? ¿Permitiremos que este tipo de atrocidades sigan ocurriendo? Hacer un cambio de nuestra mentalidad quizás asusta, pero ¿sabes qué asusta más? Lamentarte de no haberlo hecho. 

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